En décimo grado, el color nos invita a pensar, a observar y a crear. 

Durante estas semanas tuvo lugar la época de la Teoría del Color, un recorrido que une a la física con el arte, al pensamiento con la experiencia, a la luz con la sensibilidad. 

Iniciamos el camino mirando hacia atrás en el tiempo, explorando cómo distintas culturas y pensadores fueron comprendiendo el color, hasta llegar a las concepciones científicas de Isaac Newton, quien reveló, a través del prisma, que la luz se transforma en colores. Más tarde conocimos la vida y el legado de Johann Wolfgang von Goethe, quien, desde una mirada más humana y fenomenológica, nos invitó a atender no solo a la luz misma, sino también a cómo la percibimos. 

Esta época fue profundamente vivencial: los estudiantes realizaron numerosas experiencias con prismas, luces RGB y situaciones de sombra y refracción. A partir de lo vivido, pudieron formular hipótesis, observar regularidades y arribar a conclusiones teóricas propias. 

El arte también ocupó un lugar central. Los cuadernos fueron tomando forma con estudios de color y ejercicios que nacieron de la observación cuidadosa. También realizamos dibujos con pastel tiza del cielo en distintos momentos del día, atendiendo a cómo la luz modifica los matices del amanecer, del mediodía o del atardecer. Esta observación permitió a los estudiantes experimentar el color como vivencia sensible que luego se expresa en el papel.