A lo largo del año, la naturaleza nos rodea con sus ritmos y en cada época estacional acompañamos el desenvolvimiento del ciclo anual acorde a las fiestas cristianas.

Elevar de lo cotidiano las manifestaciones del mundo natural nos invita a percibirnos dentro de la gran respiración de la Tierra y, a la vez, nos hace consientes del mundo que nos rodea.

Desde el nivel inicial, las fiestas son el espacio donde la naturaleza se hace más cercana y los niños pequeños tienen la posibilidad de celebrar en cada ocasión de un día especial de rondas y juegos.

A sí mismo, en la primaria, para cada celebración, nos preparamos varios días antes junto a las familias, recreando en cada época las vivencias que nos permiten hacerlas realidad en el mundo. Contamos historias, cantamos canciones y preparamos las aulas para el festejo.

Seguimos buscando en torno a la secundaria una forma que pueda hacer cercana al joven la vivencia del ciclo anual en la idea de que todo aquello que trabaje sobre sí mismo, con su conciencia, lo transformara a él y al mundo que lo rodea.